Una de las curiosidades que más fijación me daba mientras ojeaba las revistas de videjuegos en los 90 era la Virtual Boy. El simple hecho de ser una consola que no podía mostrarse su jugabilidad y contenido por su propio diseño la hace misteriosa de por sí.
No fue hasta allá por 2005 cuando decidí comprarme una Virtual Boy (y menos mal que la pillé en esa época). Y vi de primera mano su rareza. Los únicos colores que se muestran, rojo y negro, su peculiar forma de jugar y el dolor de cabeza que llega a dar. Ese efecto 3D es similar al View Master 3D, juguetito que muchos de vosotros conoceréis, y que hablaré en otra ocasión.
No fue hasta muchos años después que Nintendo volvió a hacer un nuevo intento con el 3D sacando la Nintendo 3DS. No es que fuera algo espectacular pero conseguía el mismo efecto que el View Master o la Virtual Boy. Y cansándote los ojos otra vez en el proceso.
Redescubrimiento
Y no volví a pensar en ello hasta que me encontré con un tweet anunciando un emulador de Virtual Boy para 3DS. Y de repente mi cabeza hizo clic. ¡Claro! Si esta portátil es ideal para emular la Virtual Boy. Así que me propuse probarlo y ver qué tal se comportaba.
Breve comentario a la instalación
Lo primero de todo es que debes abrir la 3DS al Homebrew, y recomiendo encarecidamente esta guía. Si bien es un proceso algo largo, siguiendo los pasos podrás no sólo poder probar estas cosas, también liberar la región de la consola. Por lo que se abre un mayor catálogo de juegos.
Lo siguiente será descargarte la última release del emulador, el cual tenéis en GitHub, a vuestra tarjeta SD y a instalarlo con el programa FBI.
Vamos a probarlo
Mi primera prueba fue cargar el Wario Land, uno de los juegos más interesantes del escaso catálogo. Es un preludio a lo que será el glorioso Wario Land 2 de Game Boy. Se ve fantástico.
El mando de Virtual Boy tiene una disposición de botones bastante peculiar, que no se corresponde con los estándares actuales, son las hermosas innovaciones de finales de siglo. No es que se utilice por muchos juegos toda la botonera, pero en los casos que sí, hay que darle a la pantalla inferior para intercambiar entre los botones requeridos.
En imagen no puedo mostrar el uso del 3D en la consola, pero ahí está el punto interesante de todo. En estas capturas del Mario Clash, podéis apreciar una estela, que es la deformidad que hace la pantalla de la 3DS cuando aplicas el modo 3D. Es genial poder jugarlo igual que en la Virtual Boy y en portátil. Cumple perfectamente con la experiencia.
Una buenísima opción para mostrar este misterioso dispositivo al mundo
Es una consola que no llegaron ni a sacar 20 juegos, un fracaso de ventas, por lo que hay pocas unidades en el mercado. Se estropean fácilmente ya que para el efecto 3D tiene unos rotores que giran a una velocidad concreta.
Por lo que aprovechar la 3DS para ofrecer un emulador de ella es una idea genial, así mucha gente descubrirá cómo era esa consola en real, cuyo atractivo era ese mismo efecto 3D que ofrece la Nintendo 3DS.
Si os gusta curiosear, os invito a que lo intentéis y probéis esta rareza de Nintendo.
¡Nos vemos en la próxima!